Por Miriam López Straffon
Apareció en tu vida la chica de tus sueños.
Otra princesa herida y ella curó tu infierno.
Lo que tú no sabías que aunque nacieras princesa,
no querías un Romeo, esperabas a Julieta.
Nadie supo explicarte porque la querías,
que el hombre de tu vida se llamaba María.
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